Por: José Ignacio Penagos H.
El presidente boliviano Evo Morales se equivoca aplicando un concepto académico e investigativo, sano y desprevenido como lo es el de los Observatorios de Medios, para crear un organismo de control y "venganza" para hacer seguimiento a los medios de comunicación con posición crítica y detractora de sus políticas de gobierno.

Este tipo de acciones son torpes y no contribuyen en nada a la democracia ni al desarrollo de los países; por el contrario, utilizar un Observatorio de Medios como un órgano de control lesiona no solo la idea e imagen de esta figura, sino que lesiona la libertad de expresión, la democracia y la seguridad de los países.

No puede hacerse un uso tan erróneo de la figura del observatorio, no puede utilizarse estas figura de manera parcializada y sobre todo, no puede satanizarse a los observatorios confundiéndolo con control, censura o términos parecidos.

Un observatorio, señor Evo Morales, es un instrmento de estudio, análisis e investigación con fines académicos que puedan conducir a conocer las tendencias, desarrollo y estado de los mismos y con ellas sacar conclusiones provechosas para ser aplicadas en las sociedades y comunidades. Los resultados de un Observatorio de Medios no se utilizan para la censura, la venganza o la mordaza, por le contrario los resultados se utilizan como retroalimentación a los mismos medios para hacer recomendaciones y reconducir su desarrollo en relación con su deber ser y compromiso con las audiencias.